Jóvenes y adultos, niños y ancianos, hombres y mujeres, los protagonistas de estos cuentos parecen haber perdido el rumbo. Golpeados sin aviso por la vida, son boxeadores sin aliento aferrados a un único anhelo: la campana final.

Una noche fría en Buenos Aires, una playa al sur de Brasil, una obra en construcción en Barcelona, Venecia en ciernes de una inundación, cualquier escenario es propicio para asestar a los personajes un estiletazo sin retorno.

Víctimas de malas decisiones, expectativas frustradas y trampas del destino, estos seres humanos vagan sin camino, sin mesías y sin paraíso que los redima.

Con un lenguaje llano, el autor argentino pone la mira en el dolor y la soledad, y propone un viaje que situará a los lectores con un pie al borde del abismo.